La respiración completa o respiración Yóguica

La respiración completa, también conocida como respiración yóguica, es un tipo de respiración profunda en el que respiramos lenta y conscientemente, aprovechando la totalidad de nuestra capacidad pulmonar y movilizando todo el tronco.

La respiración completa consta de la unión de tres fases respiratorias: la diafragmática o ventral, la costal o torácica y la clavicular.

En nuestra cotidianeidad pocas veces respiramos de forma completa. Es algo normal y habitual, pues nadie nos ha enseñado a respirar.

Nuestras experiencias de vida afectan la forma en la que respiramos. Hasta puede ser que eventos traumáticos del pasado, que a veces ni recordamos, hayan pautado nuestra forma de respirar.

Las malas posturas, el estrés, la ansiedad, el miedo, el enfado, la ira y muchos estados mentales y emocionales influencian la forma en la que respiramos.

A través de la respiración, nuestras células se nutren y nuestro organismo funciona adecuadamente. A través de la respiración, nuestro cuerpo es capaz de sanarse y por ello, tiene una influencia directa sobre nuestra salud.

Por ello, respirar bien es tan importante para mejorar nuestro estado mental y emocional y a mejorar nuestra salud en general.

Posición de inicio:

Para realizar la respiración completa puedes sentarte en el suelo con las piernas cruzadas, puedes sentarte en una silla con los pies firmes en el suelo por debajo de tus rodillas o puedes estirarte al suelo o sobre una superficie con las piernas flexionadas.

Puedes realizar cualquiera de las tres opciones:

Pasos durante la inhalación:

La respiración completa consiste en tres etapas:

  1. En la primera llevas el aire hacia el vientre, dejando que se expanda de forma natural. El ombligo se proyecta hacia afuera.
  2. De forma continua, sigues inspirando llevando el aire hacia la caja torácica, dejando que las costillas se expandan.
  3. De forma continua, lleva el aire hacia las clavículas sin contraer los hombros.
  4. Al final de la inhalación puedes retener un par de segundos la respiración.

Pasos durante la exhalación:

Exhalas siguiendo el orden inverso.

  1. Vacías y relajas la zona clavicular.
  2. Vacías y relajas el tórax.
  3. Relajas el vientre. El ombligo se acerca a tu columna.

Beneficios fisiológicos:

  • A través de los movimientos que provocan los ejercicios de respiración profunda, los órganos abdominales (estómago, intestino, hígado y páncreas) reciben un masaje, al igual que el corazón, gracias al movimiento de la parte superior. Ello estimula la circulación sanguínea a todos estos órganos con el consiguiente alivio de sus cargas de trabajo y el bienestar general del organismo.
  • Aumento de la capacidad respiratoria de los pulmones.

Beneficios digestivos

  • Los órganos digestivos reciben mayor cantidad de oxígeno, mejorando su funcionamiento.
  • El movimiento del diafragma masajea el intestino grueso, ayudando a desarrollar su función excretora.

Beneficios nerviosos:

  • La mayor oxigenación mejora el estado del sistema nervioso, incluyendo el cerebro, la columna, los centros nerviosos y los nervios.

Relajación y concentración:

  • La respiración lenta, profunda y rítmica provoca una reducción en los latidos del corazón y una relajación muscular, lo cual estimula la tranquilidad mental y la serenidad.

Beneficios extraídos del dosier informativo del Hospital Universitari General de Catalunya

La respiración completa que he explicado es la que se llama: respiración completa o yóguica descendente. Esta se caracteriza porque la exhalación se lleva a cabo de a través del orden inverso que durante la exhalación. Es decir, empezando la exhalación, vaciando la zona clavicular, seguida por la zona torácica y acabando vaciando el vientre. En esta respiración la energía es circular, calmante y equilibrante.

Existe también la respiración completa o yóguica ascendente, en la cual la exhalación empieza con el vaciado del abdomen, seguido por el vaciado y relax de la caja torácica y acabando con el relax de la zona clavicular. En esta alternativa, la energía es siempre ascendente, tanto en la inhalación como en la exhalación, por ello, es una respiración más energética en la que no se recomienda practicarla antes de ir a dormir o en momentos en los que ya te sientas excitada/o y tu intención sea calmar y relajar.

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