El Prana es la energía o fuerza vital que impregna todo el universo. Está presente en todas las cosas, ya sean animadas o inanimadas
En el ser humano, el prana es la energía sutil que fluye a través y alrededor del cuerpo, responsable de nuestra vitalidad. La principal fuente de prana es la respiración, a través de ella obtenemos el oxígeno necesario para desarrollar todas las funciones vitales. Y se distribuye a todo el cuerpo a través de la respiración. Aunque esta energía ingrese a nuestro organismo por medio del oxígeno, no es el oxígeno, ni parte de él. También la absorbemos a través de los nutrientes de los alimentos, y de todo aquello que alimente el alma.
Prana es una palabra en sánscrito que significa «aliento» o «aire inspirado».
Cuando el prana fluye de forma armónica y libre, nos encontramos en saludables, cuando el prana se estanca o mengua podemos encontrarnos mal, sin energía, acelerados o sufrir alguna enfermedad.
Según la medicina del Ayurveda y el yoga, el prana (la fuerza vital representada en el ‘aire inspirado’) fluye a través de una red de canales llamados «Nadis», que están distribuidos por todo el cuerpo. En las prácticas del pranayama, el «Nadi Shodan» (que consiste en ir tapando con el dedo anular y pulgar consecutivamente una y otra fosa nasal, mientras se inspira y espira) permite que el prana fluya mejor por el cuerpo, y se eliminan los bloqueos en los Nadis, así como la eliminación de toxinas de la sangre.
Todo lo que existe en los tres mundos descansa en el control del prana. Así como una madre protege a sus niños, ¡oh, prana!, protégenos y regálanos esplendor y sabiduría.
—Prasná-upanishad 2.13