Semana 3: Yoga y autocuidado, Nutrir

La Real Academia Española tiene tres acepciones para definir nutrir:

  1. Aumentar la sustancia del cuerpo animal o vegetal por medio del alimento,  reparando las partes que se van perdiendo en virtud de las acciones  catabólicas.
  2. Aumentar o dar nuevas fuerzas en cualquier línea, especialmente en lo moral. Proponiendo los siguientes sinónimos: reforzar, fortalecer, robustecer, vigorizar.
  3. Llenar

Para mí nutrirse consiste en llevar a cabo esas acciones para aumentar la energía vital o prana. Ya sea a través de alimentos, relaciones, naturaleza o actividades que consideremos de calidad.

Sesión de yoga vinyasa 70 minutos: Nutrirnos desde la respiración

30 minutos de yoga vinyasa: Nutrirnos desde la respiración y l’empoderamiento

Os comparto la carta de Reme para esta semana 🙂

ME AUTOCUIDO, CUANDO ME NUTRO

Cada tema de los que estamos tratando con el autocuidado, me parece más fascinante, y te aseguro que si logras poner un poquito de implicación en ello, encontrarás resultados asombrosos, ¡te desafío a que lo pruebes!
Esta semana vamos a hablar de alimentación, ¡¡que placer es el comer!!, pero si observas, he optado por utilizar el verbo nutrir, en lugar de alimentar,… Aunque también lo usaremos, pero me parece mucho más completo, en relación con la alimentación, escojamos alimentos que nutren, situaciones que nutren, personas que nutren, relaciones que nutren…
Este tema es muy amplio, con muchísimas versiones, teorías, tipos de dietas, etc. Como no soy nutricionista ni nada parecido, no voy a recomendar, ni a hacer campaña sobre ninguna dieta, ni sobre ninguna tendencia, además tampoco creo en ello, ni en los alimentos mágicos, ni las dietas restrictivas, ni en volcar nuestra identificación o nuestro valor, en una determinada figura conseguida con un plan estricto de la alimentación. Como dice un gran profesional de nuestro tiempo “más salud, no es más salud” (Fitness Revolucionario)
Sí soy partidaria del equilibrio interior, y bien, si como es fuera es dentro, y como es dentro es fuera, creo en que lo que me nutre por fuera lo hace por dentro, y viceversa. Y aquí tendríamos que contemplarnos como un todo, y sí, el cómo me alimento está relacionado con mi salud mental, y mi salud mental influye en como me alimento.
Elegir como me alimento, es elegir como me nutro, la ciencia está de subidón, por el
descubrimiento del eje intestino cerebro, lo que algunos consideran el descubrimiento científico de nuestro siglo, y no es para menos.
Lo que esto nos dice, no es, ni más ni menos, que lo que comentábamos en párrafos
anteriores, las bacterias que hay en nuestro intestino se comunican con nuestro cerebro, y la composición de esa familia bacteriana que hay en mi sistema digestivo, depende de como me alimento.

Te recomendamos el libro de la Dra. Sari Arponen

¡Es la microbiota idiota!

La Dra. Arponen explica de forma muy fácil y entendedora como la microbiota es agente de nuestra salud y bienestar.

¿Sabías que dependiendo de que «bichitos» haya en tu intestino te sentirás más feliz o más triste?


Existe muchísima información al respecto y además numerosos estudios de lo más
interesantes, todos ellos parecen coincidir, en la importancia de incluir alimentos con omega 3, y también con omega 6 y 9, frutas y verduras, agua, proteínas de alta calidad, y en general reducir la ingesta de azúcares refinados y alimentos ultraprocesados.

Hace poco participé en un seminario que titulaba “vivir más y mejor” por Maria Talavera,
experta en mindfulness y salud, en él se hablaba del proceso de envejecimiento, algo inherente al ser humano, pero en como podíamos participar, en nuestra vejez, gestionarla mejor, a través de cuatro temas en cuestión, uno de ellos por supuesto era la alimentación. Esto me hizo recordar que hay un documental en Netflix, muy interesante “Vivir 100 años, los secretos de las zonas azules”, donde se investiga a las poblaciones más longevas del planeta, intentando encontrar unas
características comunes.

El documental está basado en el libro de Dan Buettner

El secreto de las zonas azules, comer y vivir como la gente más sana del mundo.

Durante más de 10 años, Dan Buettner investigó los hábitos alimentarios y de vida de las personas que vivían en las comunidades más longevas del planeta. Y de ahí diseñó un plan de alimentación y estilo de vida para maximizar tu salud y alargar tu esperanza de vida.

Mi reflexión personal al respecto, es que ambas coinciden en lo mismo, elegir alimentos de buena calidad, comer cuando se tiene hambre, e implicarnos en este proceso, desde elegir con el corazón y la conciencia, hasta poner amor en como me estoy cocinando,
Todo esto va a potenciar, el cómo me nutro… ¿No te parece una forma superbonita y
placentera de autocuidarte? Y más ahora que la ciencia lo respalda, como te quedas al saber que tu cerebro y tu intestino hablan, y no por WhatsApp …

Recuerda; la influencia que ejercen los microorganismos, que hay en nuestro intestino, sobre el sistema inmune, endocrino y nervioso, es considerado uno de los descubrimientos de este siglo. Gracias al estudio de la microbiota, sabemos que nuestra dieta, influye en nuestra salud mental, modula nuestra mente y la forma en la que nos relacionamos con los demás.

Reme <3

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