La humanidad compartida nos acerca a los demás. Comprendemos profundamente que todos los seres vivos anhelamos lo mismo: la felicidad, aliviar nuestro sufrimiento, vivir en paz y ser amados. Reconocemos que todas las personas pasamos por diversas experiencias de vida que configuran nuestra conducta, nuestra forma de sentir y de relacionarnos con los demás.
Además, cuando sufrimos tendemos a sobreidentificarnos, pensando que «esto solo me pasa a mí» o que «todo me pasa a mí» o «siempre igual«, «es que soy un desastre» reconocer la humanidad compartida nos ayuda a no sentirnos solos, a no sobreidentificarnos con lo que nos pasa, sino que forma parte de la experiencia humana. Al darnos cuenta de ello, nos sentimos menos solos y más acompañados, menos imperfectos y desastres.
Yoga y humanidad compartida 45 minutos
Pausa de la autocompasión