Autocompasión: amabilidad

El tercer elemento de la autocompasión es la amabilidad. Ofrecerse aquello que necesitas para estar mejor. A veces, no podemos cambiar la situación, pero sí tenemos el poder y el control de hablarnos de forma amorosa y respetuosa. Tal vez, a veces podemos ofrecernos también algo que mejorará nuestra experiencia: una llamada telefónica, un té, una manta, un paseo, cocinarse rico, escuchar una canción que te guste, etc. Nadie mejor que tú, sabe qué es lo que necesitas.

Nuestros cerebros tienden de forma natural a la autocrítica. Nuestra supervivencia ha dependido de que nuestros cuidadores nos amasen y cuidasen, que nuestra tribu y sociedad nos aceptase. Por ello, pretendemos a toda costa agradar, ser perfectas… de ahí la autocrítica y no querer equivocarnos, mostrar nuestra mejor versión. Pero cuando nos autocriticamos nuestro sistema del estrés se activa, lo recibe como una amenaza y esto hace que sea mucho más difícil volver a intentarlo. Por ello, es tan importante cambiar nuestro diálogo interno, de uno arisco y amenazante a uno amable, que abrace y te respete, con un tono de voz amigable y palabras amorosas y/o respetuosas.

Yoga para cultivar la amabilidad hacia una misma

 

Gratitud y autocompasión

Una de las formas de compensar el sesgo negativo es la práctica de la gratitud. Visita el curso de la gratitud aquí 🙂

Abrir chat
Hola 👋
¿En qué podemos ayudarte?