El superpoder que transforma el malestar en plenitud
La gratitud o ser agradecidos refuerza las sensaciones positivas en nuestro cuerpo, ayudándonos a ser más felices
En mi búsqueda personal para liberarme del sufrimiento, conectar con el bienestar y mi curiosidad y fascinación sobre la existencia y el ser, me he encontrado en varias ocasiones con libros, pódcast, personas sabias, meditadoras, maestros y maestras y estudios científicos que anunciaban que cultivar la gratitud aporta salud y bienestar.
Aunque siempre he sido, en general, muy agradecida. Agradeciendo las pequeñas maravillas de la cotidianidad, y sobre todo agradeciendo las espléndidas personas que me rodean, no ha sido desde hace relativamente poco, que he empezado a practicar la gratitud de forma consciente para transformar momentos de sufrimiento (casi siempre provocados por mis pensamientos) en momentos de abundancia (entendiendo aquí abundancia con energía que vibra alto y sensación de bienestar y plenitud).
Con la práctica de la gratitud no pretendo evadir o minimizar ninguna emoción, sensación o creencia que surge para ser expresada y así ser transformada a través de varias estrategias somáticas. La escucha y la expresión de la emoción contraída y atrapada en el cuerpo es necesaria para que sea liberada. Con esta práctica lo que intento es cambiar mi vibración, de una muy baja, de anulación, de víctima, de menosprecio, de miedo, culpa o de vergüenza hacia una vibración más alta para acompañarme en el proceso. Darme cuenta, ofrecerle un espacio y transmutarlo. Yo, tú, todos tenemos el poder de decidir que actitud tomar y desde dónde vivirlo, para ello se necesita mucha conciencia, mucho valor y mucha energía (a veces estamos preparades para ello, otras no y todo está bien).
Me gusta mucho como Vanesa Guerra en su libro «El lenguaje corporal de las emociones« transmite el poder sanador de la gratitud.
La tristeza también puede haberse quedado instalada en nuestro cuerpo y en nuestra mente simplemente porque no nos hemos nutrido suficiente de emociones y sentimientos agradables (…) Una de las mejores fórmulas para combatir estos estados es la práctica de la gratitud.
Vanesa Guerra en El lenguaje corporal de las emociones
Al cultivar la gratitud, conectamos con que la vida es un regalo, con nuestros dones y los dones de los demás.
Gratitud proviene del latín gratitudo, término que a su vez se forma de la raíz gratus, que significa ‘agradable’ y el sufijo tudo, que expresa cualidad. Es decir, la palabra gratitud podría definirse como esa cualidad de ser agradecido.
“Solo hay dos formas de vivir la vida: una, es pensando que nada es un milagro y la otra, es creer que todo lo es”
Albert Einstein
Beneficios de practicar la gratitud
Según las nuevas investigaciones en el campo de la neurociencia, practicar la gratitud nos ayuda a:
- Ser más optimistas, felices y resilientes.
- Somos más alegres y mejora nuestra autoestima.
- Disminuye la presión arterial y mejora el sistema inmunológico.
- Mejora la salud en general.
- Nos ayuda a conectar con los demás, mejora nuestras relaciones y nos hace sentir menos solos o aislados.
- Nos ayuda a dormir mejor, reduce la ansiedad y la depresión.
- Nos vuelve más generosos y compasivos.
Desde mi punto de vista, la gratitud es una actitud ante la vida. No se trata de no querer ver la realidad o apartar la vista de aquello que nos duelo o nos hace sufrir, pintándolo todo de color rosa. No se trata de negar la situación difícil y dolorosa, sino de observarlo, sentirlo y hacer lo posible para mejorar nuestra experiencia. Como escribió Reinhold Niebuhr en la oración de la serenidad:
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
Reinhold Niebuhr
Tan a menudo, nos sobreidentificamos con lo «negativo». La gratitud consiste en llevar la atención a las cosas buenas que nos rodean, aunque estas sean simples y comunes. Como por ejemplo, sentir agradecimiento cuando alguien te da una mano, sentir los rayos del sol sobre la piel, ser agradecido por las personas que te aman, que puedes amar, ser agradecido por la comida, por disfrutar de un libro, de una peli, etc. Es sentir lo maravilloso en lo simple y cotidiano y por supuesto, ¡ante las sorpresas positivas de la vida! Es ilusionarse por vivir.
Cuando se está bien, y todo va rodado, es más fácil sentir agradecimiento que cuando te sientes deprimido/a, ansioso o cuando estás viviendo una experiencia difícil o dolorosa. Pero aún y en estos momentos difíciles, las personas capaces de sentir agradecimiento, son más felices y positivas.
Entrenar la gratitud:
La buena noticia es que el agradecimiento es una actitud que puede entrenarse y practicarse. Para ello puedes:
- Dedicar unos minutos al día para recordarte las cosas de las que estás agradecida/o.
- Llevar a cabo un diario de la gratitud dónde cotidianamente se escriba algo por lo que estás agradecido/a.
- Escribir cartas a personas a las que estamos agradecidos.
- Dedicando nuestra práctica de yoga a la gratitud.
- Meditar en la gratitud.
La gratitud comienza cuando cambiamos nuestra relación con la vida de una actitud de rechazo y defensa a una de aceptación y aprecio.
Deepak Chopra
Sesión de yoga para cultivar la gratitud 60 minutos
Sesión de yoga por la mañana con meditación final de la sonrisa interior
Emmons, R. A., Froh, J., & Rose, R. (2019). Gratitude. In M. W. Gallagher & S. J. Lopez (Eds.), Positive psychological assessment: A handbook of models and measures (2nd ed., pp. 317–332). American Psychological Association. https://doi.org/10.1037/0000138-020
Giacomo Bono & Jason T. Sender (2018) How Gratitude Connects Humans
to the Best in Themselves and in Others, Research in Human Development, 15:3-4, 224-237, https://www.researchgate.net/publication/326700571_How_Gratitude_Connects_Humans_to_the_Best_in_Themselves_and_in_Others
Yoga para cultivar la gratitud
Mejora tu salud a través del yoga.
Conecta con la gratitud durante un mes practicando yoga semanalmente.